Reflexiones: artistas y artesanos

Reflexiones: artistas y artesanos

"El artista original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel al que nadie puede imitar"


Confundimos con demasiada frecuencia al artista con el artesano. Al artista no le debe importar que su obra le reporte beneficios económicos, porque es su medio de comunicar percepciones y emociones que de otra manera le resulta imposible, y entra dentro del absurdo pretender cobrar por expresarse.
 
Un artesano, sin embargo, ve el arte como el resultado final de la aplicación de una técnica, más que como una forma de expresión; la obra de un artesano puede acabar diciendo tanto como la de un artista. Pero partiendo desde un punto opuesto, al artesano le gusta la técnica como tal y la elige como oficio sin presuponer que solo su genio creador le va a bastar.
 
Es decir, el artista crea sin demanda, en un intento de expresarse y comunicar.
 
El artesano, por el contrario, crea bajo demanda, por lo que la contrapartida económica está implicita en el proceso. Obviamente ambos caminos son convergentes y muchos artistas acaban siendo grandes artesanos y notables artesanos geniales artistas, pero es un gran error confundir ambos conceptos.
 
El artista, cuando deja de hacer "obra de autor" y pasa a atender las peticiones del oyente traspasa esa frontera, de forma casi inevitable , al igual que el artesano que realiza obra de autor no debería enmarcar su producción dentro de términos mercantiles sino de comunicación.

Firmado: Fco. José Súñer.